La arcilla se ha utilizado desde tiempos antiguos con fines medicinales y para tratamientos de belleza. Es muy usada en Ayurveda (medicina natural de la India), donde se aplica para curar y preservar la piel de enfermedades y agentes contaminantes.
Están especialmente indicadas para pieles grasas. También se pueden usar en pieles secas, pero en este caso conviene mezclarla con algún aceite vegetal para evitar irritaciones o sequedad.
La arcilla es antiséptica y bactericida, por lo que aporta grandes beneficios a la piel. Es ideal para pieles grasas, ya que ayuda a mantenerlas limpias absorbiendo el exceso de grasa y retirando las impurezas, por lo que se recomienda su uso en pieles con acné.
Las arcillas están compuestas de diversos minerales, por lo que su aplicación ayuda a remineralizar la piel, rejuveneciéndola y estimulando la circulación sanguínea.